El AUM, o Assets Under Management (Activos Bajo Gestión en español), es un término financiero que hace referencia al valor total de los activos que una institución financiera o un gestor de inversiones administra en nombre de sus clientes.
Este valor puede incluir una amplia gama de activos, como efectivo, inversiones en acciones y bonos, bienes raíces, activos alternativos y otros instrumentos financieros que forman parte de las carteras de inversión gestionadas.
El AUM se utiliza comúnmente para medir el tamaño y éxito de un fondo de inversión, una firma de gestión de activos o incluso asesores financieros individuales.
Un AUM elevado suele indicar la capacidad de atraer y retener inversores, reflejando la confianza del mercado en la capacidad del gestor para administrar de forma efectiva los activos y obtener rendimientos sólidos.
Además, el crecimiento del AUM puede reflejar tanto la revalorización de los activos existentes como la incorporación de nuevos clientes y capital.
¿Cómo se calcula el AUM?
El cálculo del AUM (Assets Under Management) es un proceso complejo que tiene en cuenta diversos tipos de activos bajo gestión. Estos activos pueden incluir inversiones líquidas, como acciones, bonos y fondos mutuos, que son fácilmente convertibles en efectivo.
Además, se consideran cuentas de efectivo gestionadas activamente, donde el gestor realiza movimientos estratégicos de capital para maximizar rendimientos o gestionar riesgos.
También se incluyen bienes y activos alternativos, como bienes raíces, productos estructurados o incluso participaciones en empresas privadas, dependiendo de la estrategia del fondo o del gestor.
Algunos fondos más complejos pueden considerar incluso inversiones en criptomonedas o commodities.
El valor del AUM no es fijo, ya que fluctúa de manera dinámica en función de varios factores. Estos incluyen las entradas de capital cuando los clientes agregan más dinero al fondo, así como las salidas de capital cuando retiran sus inversiones.
Además, el AUM se ve afectado por la revalorización o devaluación de los activos gestionados, lo que puede ocurrir por las condiciones cambiantes del mercado, las variaciones en los precios de los activos o decisiones estratégicas de inversión del gestor.
En resumen el cálculo del AUM incluye:
- Inversiones líquidas y activos financieros como acciones, bonos y fondos mutuos.
- Cuentas de efectivo gestionadas activamente.
- Bienes y activos alternativos, como bienes raíces o productos estructurados (dependiendo del fondo o gestor).
¿Por qué es importante conocer el AUM?
- Indicador de tamaño y reputación: Un alto AUM suele asociarse con una firma o gestor de inversiones exitoso y bien establecido. Generalmente, los fondos con mayor AUM tienden a atraer más inversores por la percepción de estabilidad y experiencia.
- Desempeño y estabilidad: Un AUM grande puede indicar estabilidad financiera, lo que permite al fondo o gestor resistir períodos de volatilidad en el mercado de mejor forma.
- Estructura de tarifas: Muchos gestores de activos cobran tarifas basadas en un porcentaje del AUM. Esto significa que, cuanto mayor sea el AUM, mayores serán los ingresos del gestor, lo que puede influir en la calidad del servicio ofrecido.
- Diversificación de activos: Los fondos con un mayor AUM tienen la capacidad de diversificar más ampliamente, reduciendo el riesgo al invertir en múltiples clases de activos y mercados globales.
- Confianza del inversor: Un alto AUM puede reflejar la confianza que los clientes tienen en el gestor, lo que a su vez puede ser un atractivo adicional para nuevos inversores.
Diferencias entre AUM y NAV
El AUM y el NAV son métricas financieras utilizadas para evaluar fondos de inversión, pero cumplen propósitos distintos. El AUM (Assets Under Management) se refiere al valor total de los activos gestionados por una entidad, lo que refleja la magnitud y el alcance del fondo o gestor de activos. Incluye tanto las inversiones líquidas como los activos alternativos y puede fluctuar según las entradas y salidas de capital, así como los cambios en el valor de mercado de los activos.
Por otro lado, el NAV (Net Asset Value) o Valor Neto de los Activos se utiliza específicamente para determinar el valor por unidad o acción de un fondo de inversión. Se calcula dividiendo los activos netos (activos totales menos pasivos) entre el número total de participaciones o acciones en circulación.
La diferencia clave radica en su aplicación: mientras el AUM mide el tamaño total de los activos gestionados, el NAV es una métrica más granular que permite a los inversores evaluar el valor de cada acción individual en un fondo. Un fondo puede tener un AUM elevado pero un NAV bajo si el número de participaciones es muy alto, lo que hace que ambos indicadores sean útiles para análisis diferentes.
El AUM es una métrica clave en el mundo de las inversiones, ya que refleja no solo el tamaño de un fondo o gestor, sino también su potencial de estabilidad, capacidad de diversificación y la confianza de los inversores. Comprender el AUM puede ayudarte a tomar decisiones más informadas al momento de elegir un fondo o un asesor financiero para tus inversiones.